Aparato respiratorio

 

Durante la adolescencia no es preciso prestar una atención  especial a la respiración, más allá de la que se le debería prestar a cualquier otra edad, como sería evitar permanecer en ambientes contaminados. Es muy importante en esta etapa evitar la adopción de malos hábitos, fundamentalmente, el uso del tabaco. 

Muchas personas comienzan a fumar en la adolescencia, con frecuencia presionados por el grupo de amigos, o tratando de adoptar un comportamiento supuestamente "adulto", y adquieren un hábito que luego es díficil  de abandonar, ya que el tabaco causa una gran dependencia. El humo del tabaco contiene sustancias que dañan el sistema respiratorio y sus efectos no se notan hasta años más tarde, cuando pueden ser irreversibles. Además, el tabaco no solo afecta al aparato respiratorio; está comprobado científicamente que causa enfermedades graves, incluido el cáncer, en multitud de órganos.

 

 El tabaco está constituido por varias sustancias que pueden resultar muy perjudiciales para la salud , especialmente en los adolescentes:

  • NICOTINA: droga responsable de la adicción al tabaco, de hecho está comprobado que puede llegar a causar la misma adicción como lo pueden ser la heroína o la cocaína. Además provoca una elevada presión arterial. Esta droga actúa sobre unos receptores causando el "subidón" que nuestro cuerpo experimenta. Esto dispara varias respuestas en nuestro organismo: nuestro ritmo respiratorio y cardíaco aumenta y nuestros vasos sanguíneos se contraen. En el momento que apagamos el cigarro, es cuando mayor índice de nicotina tenemos en la sangre. A la media hora, el nivel ha descendidio notablemente y comenzamos a sentir los síntomas de adicción. 
  • MONÓXIDO: gas tóxico, reduce la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno y como consecuencia el corazón trabaje más.
  • ALQUITRÁN: mezcla viscosa con más de 3000 sustancias químicas que se acumulan en los pulmones, de las cuales al menos 60 son cancerígenas.  Podríamos decir que es el vínculo en el cual los venenos presentes en el cigarrillo, viajan hacia nuestro torrente sanguíneo.
  • BENZENO, RADÓN Y DEMÁS SUSTANCIAS: son una serie de productos químicos que nunca querríamos que estuviesen en nuestra casa, ya que pueden originar patologías diversas, incluido el cáncer.

Tras haber realizado varios estudios se ha comprobado que una persona no fumadora, de media, vive alrededor de unos ocho años más que una fumadora. Además, la cantidad de cánceres que pueden aparecer es muy elevada:

  • Pulmón
  • Garganta
  • Boca
  • Esófago
  • Páncreas
  • Riñón
  • Vegija
  • Cuello de útero

Asimismo, puede producir enfisema, una enfermedad que afecta al sistema respiratorio y que daña los alveolos pulmonares y por lo tanto se dificulta la entrada de aire y el intercambio gaseoso. También, aquellas personas que sean fumadoras, lo encontrarán realmente difiícil para poder realizar ejercicio físico dado que se cansan con una mayor facilidad.

Es especialmente peligroso en personas con:

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Enfermedad de los avsos sanguíneos
  • Diabetes
  • Presión arterial alta (hipertensión)
  • Exceso de colesterol en las arterias
  • Antecedentes familiares. ( alguien de la familia presenta cualquiera de estas patologías)

Como se puede observar, las consecuencias que tiene el tabaco son realmente malas, entonces imaginémonos cómo se deteriorará la salud en caso de que empecemos a fumar siendo tan solo unos adolescentes.

Según las estadísticas, los adictos al tabaco comienzan a fumar entre los 11 y 14 años. La causa o "excusa" que siempre se pone es la de presión de grupo. Hay adolescentes que sienten la necesidad de consumir tabaco porque lo hacen sus amigos y para no sentirse inferiores imitan su comportamiento. No obstante, hay otras muchas causas como lo son, el  rebelarse contra la sociedad, los padres o el colegio. 

Para evitar que los adolescentes consuman cigarrillos, lo ideal es concienciarlos de los peligros que supone su consumo. Además, durante la adolescencia se adquiere una gran conciencia sobre la apariencia física, por lo que se les puede informar a cerca de las desventajas físicas que ocasiona fumar. Algunas de ellas pueden ser:

  • Dientes amarillos
  • Mal olor presente en la ropa.
  • Mal aliento
  • Mayor probabilidad de desarrollar un brote de acné juvenil.
  • Acumulación de grasa en el pelo

 Superar la adicción al tabaco es muy difícil en un adulto, pero más en un adolescente. Pueden aparecer varios problemas  como la irritabilidad, tensión, nerviosismo o insmomnio que hacen que el chico o la chica quieran recaer y desistir en su intento de dejar el tabaco.  Los padres y amigos, por su parte, pueden ayudar de diferentes maneras; por ejemplo: reconocerles su esfuerzo pero sin ser demasiado pesado o proponerle que haga actividades alternativas, en especial deportivas, para que tenga su mente despejada o acompañarlo al médico para mostrarle su apoyo y para pedir información de sustancias que puedan actuar de sustituto.

Tampoco se pueden esperar milagros, cuando alguien se ha enganchado al tabaco o a cualquier otra droga es difícil que lo deje, por lo que lo primordial es darle tiempo y ser pacientes.